DOS ILUSTRES ESCRITORES
VENEZOLANOS
FRANCISCO LAZO MARTÍ Y ANTONIO ARRAIZ
FRANCISCO LAZO MARTÍ
Francisco Lazo Martí, fue un poeta y médico venezolano, nacido en la ciudad de Calabozo (Venezuela) el 14 de marzo de 1869 y falleció en Maiquetía (Venezuela) el 8 de julio de 1909. Francisco Lazo Martí, junto con otros escritores venezolanos de gran renombre; como Rómulo Gallegos; encabezó en su país el movimiento literario del criollismo, el cual buscaba alejarse de todo lo exótico y así enaltecer lo propio y lo patrio de su país.
Siendo así que fue el máximo exponente venezolano de lo que en literatura se conoce como el nativismo criollo. La exaltación del campo, el repudio a la ciudad como espacio maligno y la contemplación del paisaje, el agro y la flora, fueron temas inspiradores que marcaron durante años la narrativa y la poesía venezolana. Lazo Martí, además de médico, dedicó su vida a la poesía. Empieza como redactor en 1892, fundando el periódico El Legalista, a través del cual apoyó la Revolución Legalista de Julián Crespo y desde donde hace campaña contra el continuismo político del presidente Raimundo Andueza Palacio. Fue colaborador de El Cojo Ilustrado.En 1867 y despues de su matrimonio, regresa a Calabozo, su ciudad natal, donde comienza a dictar clases de literatura en uno de los mejores colegios.En 1901 saca su obra cumbre, Silva criolla a un bardo amigo, donde impulsó el sentimiento convertido en movimiento literario de la poesía criollista, que contribuyó entre finales del siglo XIX y comienzos del XX, a hacer del llano un espacio simbólico en Venezuela. Este poema recoge algunos tópicos literarios antiguos y universales; su originalidad, dentro de la más pura tradición de la literatura indigenista, radica en adaptar estos lugares al ámbito socio-cultural de la llanura, sabana o pradera venezolana, en donde el autor cree que se puede encontrar el amor de una mujer sencilla y la paz entre los seres humanos. Para escribir esta Silva criolla, Lazo Martí se sirvió de algunos ingredientes tomados de la prosa costumbrista y combinó otros elementos del romanticismo trágico con el ensueño y la evocación de su comarca natal. Su esposa fallece en 1903, lo que hace que Lazo Martí regrese a Puerto Nutrias. En 1905, contrae nuevas nupcias. Más tarde en 1907, regresa a Calabozo. Enfermo de hemiplejia, lo trasladan a Caracas, y más tarde a Maiquetía, donde fallece en el 9 de agosto de 1909, de apoplejía cerebrovascular. Su poesía, más que regionalista, es nativista, y convierte, según la crítica literaria, lo local en un valor histórico y universal. Entre sus poemas más destacados, además de su Silva Criolla a un bardo amigo, se encuentran poemas como Crepusculares, Veguera, Flor de Pascua y Consuelo.Silva criolla de Francisco Lazo Martí
Invitación
A un bardo amigo
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ANTONIO ARRAIZ
Antonio Arraiz, fue un poeta, novelista, cuentista y ensayista venezolano, nacido en Barquisimeto (estado Lara) el 27 de marzo de 1903. Falleció en Westport (Estados Unidos) el 16 de septiembre de 1962) . De 1912 a 1916 recibe clases en el Colegio Católico Alemán. En 1919, con dieciséis años, viaja a los Estados Unidos, donde quería cumplir su sueño de ser actor y aviador. En 1922 regresó a Venezuela, y comenzó a practicar varios deportes.
Participó en las protestas estudiantiles de 1928 contra la dictadura de Juan Vicente Gómez, dictador que gobernaba a Venezuela para la época. Arraiz fue encarcelado en La Rotunda y en su ciudad natal (1928-1933). Desde prisión escribió el libro Los lunares de la Virreina. Se exilió en Ecuador y Colombia; regresó a Venezuela en abril de 1936. Como poeta no se lo puede ligar ni a la llamada Generación del 28 ni a la Vanguardia de 1928, aunque estuvo más cercano a esta última. En 1924 había publicado Áspero, su primer poemario, considerado novedoso en su momento ya que rompió las tendencias literarias de la época, el Romanticismo y el Nativismo. Áspero, junto con Puros hombres (1938) y los cuentos de Tío Tigre y Tío Conejo (1945), su obra más leída. En 1932 se publicó en Argentina su poemario Parsimonia.
Es importante aclarar que, si bien los cuentos de Tío Tigre y Tío Conejo es su obra más popular, estas no son historias originales de su autoría, sino una recopilación de cuentos cuyo origen se remonta al folclore de las tribus africanas que fueron traídas como esclavos a las colonias. Estas tribus contaban historias de una liebre pícara, que vencía a un chacal usando su astucia. Estos personajes, con el paso de los años, fueron venezolanizados, convirtiéndolos en un tigre y un conejo, y sus historias fueron transmitidas de forma oral a través de las generaciones hasta ser recopiladas por Arráiz. En 1935 es liberado, y comienza a trabajar el diario El Heraldo, de Barquisimeto. Es nuevamente apresado y desterrado, y vive en Ecuador y Colombia hasta su regreso en 1936 a Venezuela, con el gobierno de Eleazar López Contreras, donde ocupó varios cargos públicos, como secretario de la Gobernación del estado Carabobo y en la delegación venezolana ante la ONU. En 1943 participa en la fundación del diarioEl Nacional, ocupando el cargo de director hasta 1948.También se desempeñó como periodista en el diario Ahora y en la revista Élite, de la que fue jefe de redacción. En 1948 se establece definitivamente en los Estados Unidos, exiliado tras el derrocamiento del gobierno de Rómulo Gallegos, donde finalmente fallece. En 1966 el INCIBA (Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes) publicó su Suma Poética. Otras de sus obras relevantes son: Dámaso Velásquez (1943), reeditado en 1956 con el título El mar es un potro. Todos iban desorientados (1951) y El diablo que perdió su alma (1954). Escribió también libros de texto, de historia y geografía venezolana, para la enseñanza en colegios primarios y secundarios.
Poema de Antonio Arraiz
EXALTACIÓN
Lenguaje mío:
conviértete en loco tropel
al decir la exaltación.
Más que todos los hombres;
que todos los hombres de todos los tiempos
que vivieron sus vidas remotas;
más que todos los hombres
yo quiero vivir.
Más que los hombres que arañaba
la tierra parduzca,
con todo el cuerpo y toda el alma
apoyando su peso al arado,
detrás del paso de bueyes isócronos,
mientras el sol recorría el espacio.
Más que los hombres
que salían, sonoros de hierro,
agitando las armas
por la senda de guerra.
Más que los hombres
que se propusieron
desentrañar las cosas vedadas,
y poco a poco rasgaron
el velo de dios.
Más que todos los hombres
que han comido y dormido;
más que todos los hombres que amaron;
más que todos los afanes humanos;
más que todas las vidas;
más aún! yo quiero vivir.
Más que todos los dioses.
Más aún que los dioses yo quiero vivir.
Está el cielo sin nubes.
Ahoga tanta azul claridad.
Tres mil quinientas palmeras
se mecen a compás.
Grita el mar sus roncos
quejidos lujuriosos.
Un revuelo de albas palomas
rasga el azul del cielo.
Estoy en el trópico.
y como un ser extrahumano,
como un dios,
como un dios eternamente sediento,
quiero reír y cantar y sufrir
y llorar y vivir y morir.
Más que todas las cosas:
quiero vida! quiero vida!
Que todo lo bueno y que todo lo malo
me caiga!
Como un titán extrahumano,
soportaré todos los dolores humanos,
saborearé todos los goces humanos.
Cómo me horroriza
la insensibilidad de las rocas!
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DOS ESCRITORES VENEZOLANOS
NACIDOS EN ENERO
JUAN ANTONIO PEREZ BONALDE
Y
JULIO GARMENDIA
JUAN ANTONIO PEREZ BONALDE
Pérez Bonalde nació en Caracas en 1846, el 30 de enero. Fue el noveno hijo del matrimonio integrado por Juan Antonio Pérez Bonalde y Gregoria Pereyra. Huyendo de la guerra federal, la familia Pérez Bonalde se traslada a Puerto Rico en 1861. Para sostenerse, fundan un Colegio, donde el joven poeta, de quince años, se desempeña como Profesor.
¿Qué formación tiene Pérez Bonalde para ese entonces? Se dedicaba especialmente a la música, el dibujo y al estudio de idiomas extranjeros. En la isla de San Tomás; a la que se traslada la familia desde Puerto Rico; Pérez Bonalde se emplea como tenedor de libros. En 1864 una vez que la situación política de Venezuela se ha pacificado, los Pérez Bonalde retornan a Caracas y planifican otro colegio, semejante al de Puerto Pico. La muerte repentina del padre de Juan Antonio, aborta el proyecto. Entre 1864 y 1870 Pérez Bonalde vive en Caracas. Trabaja como puede para ganarse la vida. Interviene en política con el Partido Liberal. En 1870 llega a la primera magistratura de Venezuela el General Guzmán Blanco, de quien Pérez Bonalde es enemigo político. El poeta se va de Venezuela en aquel año de1870.La obra poética original de Pérez Bonalde está representada por dos Poemarios: Estrofas (1877) y Ritmos (1880). En ellos, reúne poemas escritos en diversos lugares. En ambas obras, nos deja la huella de un poeta intimista y sincero, que no imita a los maestros del Romanticismo europeo, sino que se nutre de su propia experiencia vital. Su poesía, perdurable por ello, y por el fino e ilustrado espíritu de su creador, se encuentra relacionada de inmediato con algunos de los grandes aconteceres de una existencia errante y dolorosa. Uno de sus mejores y más famoso poema de Juan Antonio Perez Bonalde es un canto de desterrado. Se titula Vuelta a la Patria, escrito en 1876. En este poema nos muestra una doble motivación: la alegría del regreso a la madre patria y el dolor ante la muerte de su madre carnal. Es por esto, que este poema Vuelta a la patria, ha sido considerado el mejor poema entre todos los numerosos cantos de exilio que se escribieron en Hispanoamérica. De la pluma excepcional de Juan Antonio Perez Bonalde, surgieron otros magníficos poemas como Pobre poeta, Poema del Niágara, entre otros.
Extracto de Vuelta a la Patria
Juan Antonio Pérez Bonalde
Nació en El Tocuyo, estado Lara, el 9 de enero de 1898, y falleció en Caracas el 8 de julio de 1977. Autor de una obra recogida en cuatro volúmenes, es uno de los cuentistas y autores de relatos más innovadores de América Latina. Su infancia transcurrió en una hacienda cercana a El Tocuyo.
Cursó estudios de primaria y secundaria en Barquisimeto y publicó sus primeros escritos en las páginas del periódico estudiantil Excelsior y en los diarios El Eco Industrial y El Impulso. Se trasladó con su padre a Caracas en 1915, hasta 1924, donde publicó relatos, crónicas y poemas en periódicos y revistas de la capital. Esta parte de su obra fue recogida después de su muerte en sendos libros titulados: Opiniones para después de la muerte (1984) y La ventana encantada(1986).
Comenzó en aquellos años a escribir los relatos que integran su libro más reputado: La tienda de muñecos (París, 1927). Empleado en el Ministerio de Fomento en 1923, aprovechó una misión técnica a Roma, en mayo de 1924, para permanecer en Europa durante 16 años. Fue agregado civil de la Legación de Venezuela en Francia(1926) y cónsul en Génova (1929-1936).
Regresó a Venezuela al estallar la Segunda Guerra Mundial. Desde 1939 hasta su muerte residió modestamente en dos hoteles de Caracas, el Pensilvania y el Cervantes. En el Cervantes conoció en 1947 a la estoniana Hilda Kehrig, a quien estuvo sentimentalmente unido hasta su muerte.
Apartado de
los círculos intelectuales, escribió en soledad otro conjunto de
relatos, recogidos bajo el título La tuna de oro (1951). De los numerosos
relatos inéditos que dejó al morir, sólo ocho han sido publicados en el volumen,
La hoja que no había caído en su otoño (1979). Falleció en Caracas el 8 de julio de
1977.En 1973 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura en Venezuela, en 1976 le otorgaron la medalla Honor al Mérito.
LA CANCIÓN
Oh, grata canción de amores,
ingenua y sentimental,
que viene en alas del aura
de la mañana pascual.
La brisa trae fragancias
de albahacas y verbenas,
y la romanza memorias
de alegrías y de penas.
En la mañana de enero
con frescor de amanecer
por sobre todas las cosas
está una voz de mujer.
De alegrías y pesares,
Julio Garmendia.
LOS CAMINOS CELESTES
A Josefina Iribarren
Un día venidero
de esos negros caminos yo seré pasajero,
la noche será aurora, la muerte será vida
y en la tierra que piso me sentiré extranjero
porque el alma aterida
tras de su afán viajero
recorrerá el sendero
de la estrella perdida y el remoto lucero…
Julio Garmendia.
Poemas en el libro Opiniones para después de la muerte (1917-1924) (Monte Ávila Editores- 1984).
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DOS ESCRITORES VENEZOLANOS
NACIDOS EN OCTUBRE
TERESA DE LA PARRA
Y
MIGUEL OTERO SILVA
TERESA DE LA PARRA
Ana Teresa de la Parra Sanojo, fue hija de padres venezolanos, quienes para esa época, se encontraban en París, y allí nació el 5 de octubre de 1889, falleciendo en Madrid el 23 de abril de 1936; y quien fuera más conocida como Teresa de la Parra;
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Teresa de la Parra Tuvo cinco hermanos: dos hermanos mayores, Luis Felipe y Miguel, y tres hermanas menores, Isabelita, Elia, y María del Pilar. La familia volvió a Venezuela cuando De la Parra ya tenía dos años de edad. Su familia formaba parte de la aristocracia venezolana y al sector de los terra- tenientes. En la hacienda de caña El Tazón, cercana a Caracas, Teresita pasa su infancia. Tan provinciana vida se trastoca seis años después, al morir repentinamente su padre. Es una niña de once años cuando su familia decide fijar residencia en Europa e instalarse en Mislata (Valencia de España), y Teresa es internada en el colegio religioso Sagrado Corazón de Godella (Valencia). Allí comienza a expresar su inquietud por la poesía. Las obras literarias de Teresa de la Parra son altamente influenciados por Romain Rolland, Gustave Flaubert, Marie Henri Beyle (Stendhal), Guy de Maupassant, y autores contemporáneos Pierre Loti, Maurice Maeterlinck, Alphonse Daudet, Anatole France, y las mujeres francesas escritoras, Gyp, Marcelle Tynaire, Sidonie-Gabrielle Colette y Ana de Noailles. A la edad de 19 años, escribe un hermoso el poema que la lleva a ganar un primer premio. En 1910, los Parra Sanojo están de vuelta en Caracas. Viven en una casa de estilo colonial, situada entre las esquinas de Torre y Veroes. En las tertulias que allí se organizan, y en frecuentes reuniones que se dan en los cafés o "botellerías" de la Caracas de principios del siglo XX, la joven escritora toma apuntes sobre los modismos del español caraqueño, de sus maneras, de sus variantes. Tiene una gran fascinación por el habla coloquial, pero, a diferencia de lo que estila el costumbrismo, reproducirla no será el fin de su obra, se trata sólo de un recurso para contar historias. En 1915 bajo el seudónimo de Fru-Fru, de la Parra publicó dos cuentos «Un evangelio indio: Buda y la leprosa» y «Flor de loto: una leyenda japonesa» en el periódico El Universal. Otros cuentos de este periodo no se publicaron hasta 1982 , tales como: «El ermitaño del reloj», «El genio del pesacartas» y «La historia de la señorita grano de polvo, bailarina del sol». Asimismo, en 1920 publicó en la revista Actualidades, dirigida por Rómulo Gallegos, su «Diario de una caraqueña por el Lejano Oriente», que en realidad es una ficción basada en las cartas enviadas por su hermana en numeroso viajes. Ese mismo año, de la Parra publicó «Mama X» en un concurso nacional de cuento patrocinado por el diario El Luchador y ganó un premio especial. En vista de su éxito, José Rafael Pocaterra, editor de la revista Lectura Semanal, la invitó a publicar «Diario de una señorita que se fastidia» en la revista y emitió seis mil copias que se vendieron a cabo en unos pocos días.
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Su fama creció hasta convertirse en una de las escritoras más destacadas de Latinoamérica y colocarse al lado de Gabriela Mistral, con quien mantuvo una estrecha amistad. En 1929 publicó su segunda novela, Memorias de Mamá Blanca en español y en francés. Teresa De La Parra aclaró que su feminismo era moderado, y ella definía la identidad femenina de un modo abierto, alegando que una escritora femenina no tiene que limitarse al tema de amor, y no es en la temática donde se identifica. Como consecuencia de perder la batalla contra la tuberculosis y el asma, Teresa de la Parra murió el 23 de abril de 1936. Desafortunadamente, Parra nunca tuvo la oportunidad de escribir una autobiografía y los críticos se quedaron sin interpretar partes desconocidas de su vida a través de su literatura.
Fuente de consulta: Wikipedia / Biografia de Teresa de La Parra:Biografías y vidas.
MIGUEL OTERO SILVA
Miguel Otero Silva nació en Barcelona, Venezuela, en 1908 , falleció en Caracas, en 1985. Fue un gran poeta, novelista y periodista venezolano, uno de los máximos exponentes de la literatura social en su país. Miguel Otero Silva participó activamente en las revueltas estudiantiles de febrero de 1928 y también en la conspiración militar del 7 de abril de ese año y la aventura, al año siguiente, de una proyectada invasión por las costas de Falcón. Estos fueron los síntomas anunciadores de lo que iba a ser su actitud vital más constante: una pasión genuina por la justicia social, la insumisión ante las tiranías, la fe en las posibilidades de transformación de la sociedad venezolana.
Oriundo de Barcelona, la capital del estado Anzoátegui, su padre, Henrique Otero Vizcarrondo, pertenecía a una familia de hacendados que se enriqueció al descubrirse que sus tierras atesoraban asfalto y petróleo. Cuando tenía seis años, Miguel se trasladó a Caracas con su familia, que se instaló en el barrio de La Pastora. Cursó estudios en el San José de Los Teques y en el Liceo Caracas, que dirigían Luis Ezpelosín y Rómulo Gallegos. En las aulas de este plantel coincidió con un grupo de jóvenes estudiantes que iban a constituir la élite intelectual y política del país después de la muerte del dictador Juan Vicente Gómez: Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Isaac J. Pardo, Rafael Vegas. En 1924, con quince años, Miguel Otero Silva había concluido sus estudios de bachillerato, y su padre, alentado por el talento matemático del hijo, lo instó a que estudiara ingeniería civil. Ese mismo año se inscribió para cursar esta carrera en la Universidad Central de Venezuela, y efectivamente la cursó hasta el final. Pero ya sus intereses eran otros, y Miguel Otero no se molestó siquiera en recoger su título de ingeniero. Había empezado a escribir y, sobre todo, había descubierto el periodismo, que será, con la política y la literatura, su otra actividad constante. Con el seudónimo Miotsis dio sus primeros brochazos humorísticos en las páginas del periódico Fantoches y la revista Caricaturas. En enero del año decisivo de 1928 circuló en Caracas el número, destinado a ser único, de una revista titulada Válvula. Allí podía leerse un editorial que, a primera vista, se limitaba a exponer el ideario estético de una generación de venezolanos que descubría, tardíamente pero con bríos, las grandes vanguardias que desde 1910 sacudían Europa: Futurismo, Dadaísmo, Ultraísmo. Sin embargo, entre líneas podía adivinarse la aparición aún tímida de un espíritu de revuelta dirigido no solamente contra anquilosadas formas artísticas, sino también contra una sociedad provinciana, aherrojada por un caudillo atávico.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwHE25eMS20paEhgR43fbsInC9TV7yXnMI0CFDab6INglb7UGe0jWexRUBrYyU_I38tUv96f0v81-onrkxHcvzWZE_YZv8UEA1iJU-4MhpUtTVQ3Zpcjwr5DYLfv8PiwVvpRAFDVLyfaUsm4Nykrl-MbmQTeWCjyzbkGQOqaW-JivD9yCyzO8WftYH/s320/casas%20muertas.jpg)
DOS ESCRITORES VENEZOLANOS
NACIDOS EN SEPTIEMBRE
El coplero Florentino
por el ancho terraplén
caminos del Desamparo
desanda a golpe de seis.
Puntero en la soledad
que enlutan llamas de ayer,
macolla de tierra errante
le nace bajo el corcel.
Ojo ciego el lagunazo
sin garza, junco ni grey,
dura cuenca enterronada
donde el casco da traspié.
Los escuálidos espinos
desnudan su amarillez,
las chicharras atolondran
el cenizo anochecer.
Parece que para el mundo
la palma sin un vaivén.
El coplero solitario
vive su grave altivez
de ir caminando el erial
como quien pisa vergel.
En el caño de Las Ánimas
se para muerto de sed.
y en las patas del castaño
ve lo claro del jagüey.
El cacho de beber tira,
en agua lo oye caer;
cuando lo va levantando
se le salpican los pies,
pero del cuerno vacío
ni gota pudo beber.
Vuelve a tirarlo y salpica
el agua clara otra vez,
mas sólo arena sus ojos
en el turbio fondo ven.
Soplo de quema el suspiro,
paso llano el palafrén,
mirada y rumbo el coplero
pone para su caney,
cuando con trote sombrío
oye un jinete tras él.
Negra se le ve la manta,
negro el caballo también;
bajo el negro pelo'e guama
la cara no se le ve.
Pasa cantando una copla
sin la mirada volver:
—Amigo, por si se atreve,
aguárdeme en Santa Inés,
que yo lo voy a buscar
para cantar con usté.
GRAVES:
LA BORDADORA
SE ESTA MURIENDO MI VECINO
CAPITAL MUERTO
AGUDOS:
LA POESIA DEL PORVENIR
POESIA DE LAS COSAS OLVIDADAS
EL POEMA DEL COCOTERO
MESENIANA AL RELOJ DE CATEDRAL
SEÑORITA TELEFONISTA
DIATRIBA A LA LUNA
LA BORDADORA
A mi hermano Luis Rafael Al umbral de su aposento y en la misma mecedora que ocupara tantas noches sin dormir, hora tras hora, en espera del muchacho calavera despegado del hogar, debe estar mi madre ahora trabajando con sus manos, con sus manos de señora que no saben trabajar; con sus manos que eran lirios y que más de cinco lustros de domésticos martirios no lograron mancillar.
Fuente de consulta: http://gury.orgfree.com/pim02.htm
(...)
Horas más tarde, míster Danger la vio pasar, Lambedero abajo. La saludó a distancia, pero no obtuvo respuesta. Iba absorta, fija hacia delante la vista, al paso sosegado de su bestia, las bridas flojas entre las manos abandonadas sobre las piernas. Tierras áridas, quebradas por barrancas y surcadas de terroneras. Reses flacas, de miradas mustias, lamían aquí y allá, en una obsesión impresionante, los taludes y peladeros del triste paraje. Blanqueaban al sol las osamentas de las que ya habían sucumbido, víctimas de la tierra salitrosa que las enviciaba hasta hacerlas morir de hambre, olvidadas del pasto, y grandes bandadas de zamuros se cernían sobre la pestilencia de la carroña. Doña Bárbara se detuvo a contemplar la porfiada aberración del ganado y con pensamientos de sí misma materializados en sensación, sintió en la sequedad saburrosa de su lengua, ardida de fiebre y de sed, la aspereza y la amargura de aquella tierra que lamían las obstinadas lenguas bestiales. Así ella en su empeñoso afán de saborearle dulzuras a aquel amor que la consumía. Luego, haciendo un esfuerzo por librarse de la fascinación que aquellos sitios y aquel espectáculo ejercían sobre su espíritu, espoleó el caballo y prosiguió su errar sombrío. "
--Ay, compadrito del alma,
¡Tan sano que estaba el negro!
Yo no le acataba el pliegue,
yo no le miraba el hueso;
como yo me enflaquecía,
lo medía con mi cuerpo,
se me iba poniendo flaco
como yo me iba poniendo.
se me murió mi negrito;
dios lo tendría dispuesto;
ya lo tendrá colocao
como angelito de Cielo.
--Desengáñese, comadre,
que no hay angelitos negros.
Pintor de santos de alcoba,
pintor sin tierra en el pecho,
que cuando pintas tus santos
no te acuerdas de tu pueblo,
que cuando pintas tus Vírgenes
pintas angelitos bellos,
pero nunca te acordaste
de pintar un ángel negro.
Pintor nacido en mi tierra,
con el pincel extranjero,
pintor que sigues el rumbo
de tantos pintores viejos,
aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros.
¿No hay un pintor que pintara
angelitos de mi pueblo?
Yo quiero angelitos blancos
con angelitos morenos.
Ángel de buena familia
no basta para mi cielo.
Si queda un pintor de santos,
si queda un pintor de cielos,
que haga el cielo de mi tierra,
con los tonos de mi pueblo,
con su ángel de perla fina,
con su ángel de medio pelo,
con sus ángeles catires,
con sus ángeles morenos,
con sus angelitos blancos,
con sus angelitos indios,
con sus angelitos negro,
que vayan comiendo mango
por las barriadas del cielo.
Entre los oficios que desempeñó se cuentan: empaquetador en el Diario El Universal, del que luego será corrector de pruebas y corresponsal en Puerto Cabello–actividad que le llevó al arrestó en 1940 tras ser acusado por difamación e injuria–, hasta llegar a tener su propia columna titulada “Punta de lanza”. Gracias a su dominio del inglés y el francés fue guía de turistas en el Museo de Bellas Artes; trabajó en Radio Tropical y como reportero del diario Últimas Noticias; colaboró en el semanario El Morrocoy Azul y en el diario El Nacional; fundó los característicos “La Pava Macha” y “El Tocador de Señoras” con agudo corte satírico; escribió para la revista colombiana “Sábado”; director de la revista Zig-Zag, en La Habana y de la revista Fantoches, en Caracas. Fue co-guionista de La Balandra Isabel llegó esta tarde, basada en el cuento homónimo de Guillermo Meneses y dirigida por el argentino Carlos Hugo Christensen.
En 1948 Aquiles Nazoa recibió el Premio Nacional de Periodismo en la especialidad de Escritores, Humoristas y Costumbristas. Entre 1956 y 1958 vivió en el exilio por oponerse al régimen de Marcos Pérez Jiménez. En 1961 alzó su voz solidaria a favor de la Revolución Cubana, dando conferencias y recitales de protesta. En 1967 recibió el Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal, y dedicó sus esfuerzos a la producción del programa Las cosas más sencillas, para la televisión nacional; experiencia que le reafirmó como el poeta del pueblo y sus creaciones, bellamente resumido en su Credo.
Aquiles Nazoa muere el 25 de abril de 1976, en un accidente automovilístico.
Para mi, personalmente, Aquiles Nazoa ha sido uno de los
poetas, que en mi adolescencia liceísta, marcaron un hito. Tuve el
privilegio de escucharlo declamar en el Liceo Miguel Peña, y desde
Humor y amor, edición normal y edición de lujo. El caballo de manteca (o manteca de caballo), El ruiseñor de catuche, y El burro flautista.
Leer los poemas de Aquiles Nazoa, es adentrase en un mundo mágico, de imágenes y sentimientos, de humor y costumbres que se fueron olvidando a través del tiempo, pero que han quedado vivas en la fértil imaginación de este gran poeta contemporáneo.
Una muestra de sus genialidades la podemos apreciar en su famoso Credo:
Creo en Pablo Picasso, todopoderoso, creador del cielo y de la tierra; creo en CharlieChaplin, hijo de las violetas y de los ratones, quefue crucificado, muerto y sepultado por el tiempo, pero que cada día resucita en el corazón de los hombres; creo en el amor y en el arte como vías hacia el disfrute de la vida perdurable; creo en los grillos que pueblan la noche de mágicos cristales;creo en el amolador que vive de fabricar estrellas de oro con su rueda maravillosa; creo en la cualidad aérea del ser humano, configurada en el recuerdo de Isadora Duncan abatiéndose como una purísima paloma herida bajo el cielo del Mediterráneo; creo en las monedas de chocolate que atesoro secretamente debajo de la almohada de mi niñez; creo en la fábula de Orfeo, creo en el sortilegio de la música, yo que en las horas de mi angustia vi al conjuro de la Pavana de Fauré, salir liberada y radiante a la dulce Eurídice del infierno de mi alma; creo en Rainer María Rilke,
héroe de la lucha del hombre por la belleza, que sacrificó su vida al acto de cortar una rosa para una mujer; creo en las flores que brotaron del cadáveradolescente de Ofelia; creo en el llanto silencioso de Aquiles frente al mar; creo en un barco esbelto y distantísimo que salió hace un siglo al encuentro de la aurora, su capitán Lord Byron, al cinto la espada de los arcángeles, y junto a sus sienes un resplandor de estrellas; creo en el perro de Ulises, en el gato risueño de Alicia en el País de las Maravillas, en el loro de Robinson Crusoe, en los ratoncitos que tiraron del coche de la Cenicienta, en Beralfiro el caballo de Rolando,y en las abejas que labraron su colmena dentro del corazón de Martín Tinajero; creo en la amistad como el invento más bello del hombre; creo en los poderes creadores del pueblo; creo en la poesía y en fin, creo en mí mismo, puesto que sé
que hay alguien que me ama.
Ese es Aquiles Nazoa, que aunque haya pasado a recrear su humor en los cielos, sigue vivo en todos aquellos que amamos la poesía.
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ERNESTO LUS RODRÍGUEZ
Este poeta venezolano, ha sido considerado uno de los exponentes más destacados
de la poesía popular venezolana. Ernesto Luis Rodríguez oriundo del estado
Guárico, nació el 29 de febrero de 1916 en Zaraza y falleció el 24 de
octubre de 1999, en Caracas, a sus 83 años de edad. Nacido del matrimonio
de Ernesto Rodríguez Arroyo y Domitila Morales, fueron ellos quienes
observaron su inquietud por la copla desde muy temprana edad.
Cuando tenía tan solo 12 años, su padre falleció, teniendo así que abandonar la escuela. Se trasladó a Caracas, allí comenzó a desarrollar el oficio de cobrador de bicicleta, según lo cuenta en los versos autobiográficos de su Poema Testamento.
Luego de unos años regresó a Zaraza, su ciudad natal; donde comenzó su larga trayectoria al servicio del Estado, desempeñándose en cargos que van desde escriba y secretario de la Jefatura Civil de su pueblo, hasta Senador de la República por el estado Cojedes.
Cuando tenía 20 años publicó su primer poemario titulado Agraz (1936), el cual dedicó a su padre, refiriéndose a él como compañero del mismo itinerario y a su hermana Elsa, quien falleciera a los nueve años.
Desde la publicación de su primera pieza literaria su vida giró radicalmente, pues inició su incesante labor lírica, la cual se prolongó en obras como Cantares de Tierra Llana (1938); Pasitrote (1948), del cual se han realizado nueve ediciones; El Color de Entonces (sonetos 1957); Arriero (1960); Arriba Capitán, (1971); Ernesto Luis Rodríguez y sus poemas, Obras Completas (1971); Tiempo de volver (1982); La copla infinita (1961) y Desde el Olvido (1995), entre otros.
Durante toda su vida participó activamente en el movimiento cultural
venezolano, labor que entre múltiples reconocimientos le brindó la satisfacción
de ser nombrado Hijo Ilustre de Zaraza, por su fibra cultural
humanística y dotes de excelente poeta, además de ciudadano ejemplar, valores
por los cuales es recordado.
El 22 de noviembre de 1965 se fundó la Casa de la Cultura de Zaraza, la cual se honra en llevar su nombre, por ser considerado puntero de la poesía venezolana de todas las épocas.
Sus obras trascendieron mucho más allá de la poesía popular, pues sus letras se alzaron para himnos de universidades, instituciones militares, deportivas y municipales, siendo premiadas -más de treinta- en diversos concursos.
Hoy recordamos a nuestro poeta Ernesto Luis Rodríguez como un gran exponente de la poesía costumbrista de Venezuela.
Desde que era liceísta, he admirado a este poeta por la frescura de sus poemas, por su acento
llanero, por su gracia intrínseca, inclusive por su lirismo.
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